miércoles, 31 de mayo de 2017

¡BIENVENIDA, SENCILLEZ!

El dolor y yo hemos hecho un viaje. Nunca lo hubiera elegido como compañero de travesía, pero no estaba en mi mano escoger otra opción. Unas veces dolía el cuerpo y otras veces, todo.

En aislamiento en un hospital, sin poder abrir puerta o ventana, a solas con él.
A solas con él.
Me ha mirado de frente y sin permitirme ni siquiera balbucear, ha neutralizado mis lamentos y mi victimismo, ha doblegado mi terquedad, me ha dejado desnuda, sin pudor, frente a la pérdida de dignidad... he ido aceptando, paso a paso, y él a mi lado... ¿Pero cuándo te vas?- apretando aún más las tuercas- "¡Confía!"... No tengo tanta paciencia... "¡Necesitas conocer la paciencia infinita!"... No, ya me da igual, no me hagas esto, vete ya... "Voy a enseñarte a desaparecer"... ¿Desaparecer?... "De ti misma"... Y entonces siento que aumenta la intensidad de su abrazo, más y más, más y más... ¿Me quieres matar?... "Sí"...Y desaparecí. Vi al dolor salir sin despedirse.
¡Qué gracia, quién creía ser yo!, ¡qué entramado tan poderoso el de mi hipnosis!
¡Qué sencilla es la Verdad!







domingo, 14 de mayo de 2017

AHORA SÍ

A veces entiendo que no me entiendas, no sé en qué idioma estaré hablando, mezclo silencios y frases inconexas porque ya no quiero hablar como he hablado siempre, ya no me sirve la manera en que enlazaba palabras, no sé dónde estoy pero en este lugar se habla música y cuando salgo de aquí siento que no pertenezco, demasiados años tratando de encajar, he utilizado mi garganta para decirte todo lo que pensé que necesitabas oír y la mayor parte de las veces no me lo creí, he metido un pie en el lado de la claridad y ya no lo puedo sacar, el cuerpo entero quiere ir detrás, allí soy completa¨: nada que saber, nada que enseñar, nada que controlar, nada que decidir, ni prever, ni disponer, ni organizar... el tiempo se sienta a mi lado a ver pasar la nada, y esa nada va llena de mí, por segunda vez en esta vida (la primera fue hasta que crecí demasiado para seguir siendo libre) se me permite llorar de alegría en medio de un parque porque los árboles se quedan mirándome para decirme algo y yo de nuevo comprendo lo que me están diciendo, ha sido demasiado el tiempo que he pasado tratando de disimular que estaba muriendo de pena, ¡necesitaba tanto volver a la quietud que conocí antes de que empezara a moverse!... los cinco sentidos empiezan a actuar al unísono, simplemente estoy viva.
Ahora sí.

viernes, 12 de mayo de 2017

Dulces recuerdos

Mi pensamiento lógico y lineal colapsaba en ciertas ocasiones en presencia de mi madre cuando ella viajaba con su mente a realidades superpuestas. Sentadas las dos en un banco, con una cara muy sonriente, me comentaba:
-A ver si un día de estos nos encontramos con tu padre, como ya sabes que le vi en el sueño en un banco como este…
-Claro, pero como no estamos soñando no podemos verle, ¿no te parece?
-Ya, pero me gustaría darle la mano y llevarle a casa porque cuando iba a hablarle me desperté y me he quedado con ganas de decirle que nos íbamos a casita.
-Si, pero eso tendrá que ser en otro sueño porque en la realidad no va a ocurrir, ¿estás de acuerdo?
-Ya, es para ver qué cara ponía.
Se quedaba ensimismada, disfrutando del próximo encuentro. 
Mi lógica quería seguir rebatiendo para devolverla a la "realidad" pero algo surgía en mí que me hacía permanecer en silencio, disfrutando de unos segundos de preciada inocencia.

Dicen los físicos que somos polvo de estrellas. Que las partículas que nos componen son las mismas que las del aire o las de una idea. Las mismas que comenzaron la creación del universo.
Ese polvo de estrellas se convierte en una amapola creciendo en una grieta del asfalto y a mí me conmueve. 
Ese polvo de estrellas se convierte otra vez en un recuerdo de mi madre y me cuenta:
Estando preparadas para salir de casa, al pasar por delante de su habitación, comentaba:
-Mira, la puerta está cerrada, debo estar dentro vistiéndome.

Y es que los físicos también dicen que por el principio de superposición las partículas pueden estar en dos sitios distintos o tomar dos caminos diferentes al mismo tiempo. 
Mi madre actuaba la física cuántica para mí.
Ese polvo de estrellas me devuelve ahora estos dulces recuerdos.

Me conmueve la vida. Se ha vuelto translúcida. 
Emerge desde atrás e ilumina los sentimientos.

miércoles, 10 de mayo de 2017

MIRAR VIENDO

Es verdad que me hubiera gustado vivir en Roma, en un piso lleno de balcones de una casa antigua y señorial, tener una vespa aparcada en el hermoso patio de la entrada, hablar italiano y estudiar violonchelo, también es verdad que me hubiera gustado viajar en el transiberiano, recorrer Rusia de este a oeste, conocer a tres personas inolvidables, hablar ruso y estudiar piano, además vivir al lado de Matthieu Ricard (el hombre más feliz del mundo) y regalarme su dulce mirada cada mañana, también tener siempre un bebé en casa para mantener vivo el recuerdo del otro lado, además volar en ala delta al amanecer de cada día para formar parte del diseño del aire, y dormir en una tienda de campaña con cinco amigas (hermanas) en las dunas del Bolsón de Mapimí, en el desierto de Chihuahua, para conocer el silencio del más profundo silencio...
Y también es verdad que soy capaz de apreciar de igual manera este momento.
¡Tan lleno de vida está todo lo que veo!

lunes, 1 de mayo de 2017

Tiempo muerto

Mi cuerpo vive en el limbo, mi mente en el futuro y mi espíritu en la inmediatez.
En la inmediatez las cosas son contiguas, se tocan.
La vida y yo somos contiguas y simultáneas.
Esta contigüidad es abrumadora. Por eso se inventó el futuro. Para habitar en tiempo muerto mientras uno se prepara para saber estar vivo.

"A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto
toda nuestra vida se concentra en un solo instante."
                                                                                   (Oscar Wilde)
                                                                                                                   

De ese instante quiero hablarte: Un destello de silenciosa lucidez.
Solo la vida sabe cuándo es oportuno crearlo. De la nada.
Una vez conocida la imaginativa nada, el todo ya es lo de menos.


Nieves, ¿no estás muy críptica últimamente?

Sí, ¿verdad? Debe ser efecto de la inmediatez.