sábado, 19 de octubre de 2013

Como una caricia

-A ver… hoy es sábado, 18 de octubre, dice mi madre mirando el periódico.
-Sí.¿Y en qué año estamos, mamá? (se supone que tengo que hacerle este tipo de preguntas para mantenerla orientada)
-Ah, no sé… 1922 no puede ser porque ese año nací yo. Será 1933 o algo así.
-¡Uf, pues nos va a tocar vivir otra vez la guerra civil y la segunda guerra mundial!
-¡Uy, no, qué horror!
-Pues entonces cambia el año.
-No sé entonces cuál será.
-Si naciste en 1922 y tienes 91 años, ¿qué año será ahora? Acabo de proponerte un problema de matemáticas. Mejor te lo voy a escribir. Le pongo la suma en el papel y se lo pongo delante con un bolígrafo para que la resuelva.
-Estamos en 2013, eso me ha salido.
-Muy bien, eso es, estamos en el 2013.
-Ya queda menos.
-Ya queda menos, ¿para qué?
-Para ir a cualquier sitio que queramos ir, jaja…
-Pues sí, ya queda menos…jaja…
Continúa ella leyendo el periódico, comentando: “qué manía tienen los catalanes con quererse independizar”… y al cabo de unos minutos, añade: “me canso de tanta política“.
-Pues no leas el periódico, mamá.
-Es que me gusta. Y continúa leyendo, olvidándose de mi presencia.
Sin recuerdos ni expectativas, su vida se convierte en un asunto cada vez más simple.
Una simplicidad que a mí, últimamente, me resulta reconfortante, como una caricia.