miércoles, 12 de febrero de 2014

Abrazo sincero

La abracé y me quedé un rato manteniendo el contacto, presionando con mis brazos su cuerpo algo lánguido y desmadejado. Lloró al intensificar yo la presión con la que trataba de trasnmitirle ternura. Me dijo que el abrazo le había puesto muy triste, se daba cuenta del poco amor que por lo general recibe y comparte.
Por la tarde ensayé de nuevo con otra mujer de edad semejante (alrededor de treinta) y repetí el experimento, me quedé más tiempo del que uno suele dedicar a un abrazo de despedida, apreté mi cuerpo contra el suyo y me volvió a sorprender un llanto desconsolado que surgíó, según ella, al sentir algo que necesitaba y normalmente no tenía.
Dicen que la duración media de un abrazo entre dos personas es de 3 segundos. Pero los investigadores han descubierto que cuando el abrazo dura 20 segundos, tiene efecto terapéutico; si es sincero, produce la secrección de una hormona llamada "oxitocina", que tiene entre otros, el objetivo de hacernos sentir seguros y calmar la ansiedad.
Lo que no nos cuentan estos investigadores y es necesario saber, es que la salida a la circulación de esta hormona lo que puede provocar en primer lugar es una intensa tristeza, que desaparecería si nos abrazáramos mucho más a menudo.
Pero no tenemos tiempo. Veinte segundos es demasiado.