martes, 28 de abril de 2015

¿DOLOR?

Me rodea el dolor ajeno, se acerca tanto que ya duele dentro.
Me quedo. Y detrás, al fondo, encuentro sosiego.
La mente elige asustarse, por eso no me refugio en ella.
El cuerpo se tensa y se lamenta, no debo tenerlo en cuenta.
Hay una paz que bendice. Es ésta la que consuela, nunca yo.
El "yo" es débil, acude a la mente y se pierde en una maraña de siniestros pensamientos.
Lo retiro- al yo- con suavidad, y allí está ella, la  paz que enaltece todo lo manifiesto. Arriba, abajo, a la derecha y a la izquierda.
El dolor, como si de un sherpa se tratara, me ayuda a atravesar la espesa niebla del miedo.
Lo que me encuentro al otro lado solo podría contarlo si supiera tocar el piano como nunca nadie ha sabido tocarlo.
Como no sé, no lo cuento.
Te dedico, eso sí, este instante perfecto.






martes, 21 de abril de 2015

AGOTADORA MENTE


Mi cansina mente trabaja sin descanso en mi contra. Me di cuenta de este hecho un cierto día, el mismo en el que descubrí que yo no era ella.
No soy mi mente, ¡qué increíble hallazgo!
Aún así, ella actúa como si fuera mi dueña. No hay cárcel que la contenga. He conseguido, sin embargo, mantenerla en  libertad vigilada, de este modo puedo observar sus movimientos. 
Es muy rápida, modifica sin cesar sus tácticas de ataque y juega a asustarme creando miedo. Hace listas de mis metas incumplidas. Desdeña mis éxitos.  Me compara y salgo bien o mal parada, siendo ambas circunstancias poco afortunadas. 
Me impide dormir si se empeña en hacer girar una y otra vez una idea dentro de mi cabeza. 
No conoce lo que hay detrás de las apariencias porque no es sabia. 
Me cuenta que me faltó lo que necesité y se empeña en hacerme correr tras ello. 
Si alguien me ama, se coloca en medio. 
Pero yo no soy ella, ¡qué maravilla!. 
Cierro los ojos, trato de buscarme sin esa herramienta y me hace gracia encontrarme, de repente, suspendida en la majestuosidad de un inmenso árbol dando sombra a nadie.
Vuelvo a indagar en lo que soy y ahora aparezco en  el interior de una diminuta célula, feliz sin saber que es muy pequeña.
Si vuelvo a intentarlo, me encuentro en otro Planeta que se pregunta si habrá vida en la Tierra.
También soy varias horas de esa amable tristeza que te permite descansar de tanto sucédaneo de alegría. Y una brisa que mueve varios pelos de tu cabeza.
O un gramo de colesterol que no desea engrosar tus arterias. Una partitura que nadie tocó jamás y vive en un cajón, satisfecha. El nido de una cigüeña sobre una antena de telefonía, sustentando la vida. El matiz de blanco que le faltaba a un cuadro. El más allá colándose en el sueño de varias personas buenas.
Mente pensante, puedo vivir sin ti, eres prescindible.
Aún así, sé que vas a seguir martilleando mi cabeza jajaja...


martes, 14 de abril de 2015

ME VOLVÍ AGRADECIDA


Me declaro excéntrica. Me retiro del centro desde el que pensé que era pensar lo que necesitaba.
Ya no admito ser un cuerpo que nace, se reproduce y muere.
No creo en un tiempo lineal que se mueve hacia delante.
Discrepo de la mayor parte de lo que escucho.
Me muevo en círculos alrededor de un par de ideas inquietantes para un ego que no admite ser aniquilado.
Me mantengo expectante ante el sorprendente planteamiento de que mi única función aquí sea ser feliz.
Mi concepción de la felicidad ha girado tres veces, trescientos sesenta grados. Ahora es una posibilidad que revolotea a veces alrededor de mi cabeza y hace que por ejemplo una hormiga, se detenga a mirarme complacida.
Osaría decirte que tú y yo procedemos de una misma célula que se diversificó para conocerse sin límites.
Memoricé mil géneros  y especies de  plantas y animales para aprobar unas asignaturas. Olvidé sus nombres pero accedí a amarlos a ambos, cuando los sentí  hermanos.
Di en hablar demasiado y mi voz se fue quebrando. La música que alguien compuso sin mediar intelecto, se coló con suavidad en el lugar que antes ocupaban las vanas palabras.
Me jubilo de una mujer muy seria que anhela la jubilación. La niña que soy y fui sabe muy bien cómo divertirse en el trabajo.
A veces regalo tiempo. A cambio se me concede que Paganini con un solo de violín aniquile el devenir de los acontecimientos.
Me volví agradecida y el agradecimiento me condujo hacia un ventanal desde el que podía contemplar el mundo tal como es visto desde arriba, con las emociones allá, al fondo, haciendo de las suyas.
Un gran día el de hoy. Mañana, más de lo mismo.

jueves, 9 de abril de 2015

LA ENSEÑANZA FINAL

Mi madre cumple hoy noventa y tres años. Su cabeza va y viene desde el "no espacio -no tiempo" hasta este ahora en el que vive cada instante fluyendo con esa tranquilidad que produce la falta de afanes. A veces razona con la inteligencia de una persona sabia y en otras ocasiones es una niña que necesita ser protegida.
El otro día tuvimos la siguiente conversación:
-No tengo ningún miedo a morirme.
-Bueno mamá, ya veremos cuando llegue el momento.
-Pues sí, porque como no me he muerto nunca, no sé que será eso. Cuando me esté muriendo te llamo y te sientas a mi lado, así te cuento cómo se hace.
-Estupendo.
Mi madre me enseñó a andar, a montar en bicicleta, a pelar una naranja, a memorizar las capitales de África... y ahora me va a enseñar a morir.
¡Qué bonito tener a una madre como profesora de tal materia!

miércoles, 8 de abril de 2015

DULCIFICANDO LA VIDA

Viví en México a los veinticuatro años. Fui una profesora que hablaba deprisa y "golpeado"- como decían mis alumnos- y me tocó intentar ensayar ser un poco más dulce. Allí aprendí que se puede acariciar con las palabras.
También pude disfrutar, asombrada, de comer tarta en clase cuando se celebraba un cumpleaños o "papas" con chile y burritos con queso y coca-cola a media mañana mientras explicaba trigonometría. Y aprendí a dar clase de Biología utilizando plastilina. Me enseñó a hacerlo una profesora menuda, de mirada chispeante, que me pidió por favor que le enviara un abanico cuando regresara a España.
Ayer la recordaba, mientras mis alumnos diseñaban un aparato genital masculino con esa pasta vegetal colorida y moldeable. Empezaron algo cohibidos y terminamos todos bromeando con posiciones y tamaños.
Esta tarde toca hacer el femenino. Hablaremos de fecundación, del espermatozoide más rápido y ¡cómo no!, de la vida... ¿Podré acariciarles con mis palabras? Una vez más, volveré a intentarlo.

martes, 7 de abril de 2015

¿ EXISTEN LOS LÍMITES?

Mi padre nunca hizo deporte, fue un niño más bien debilucho, según me dijo en cierta ocasión. Pero le entusiasmaba ver tenis o atletismo por televisión. Pasaba horas y horas presenciando un interminable partido de Nadal contra Federer.
Supongo que la falta de fortaleza física debió ser una de sus mayores frustraciones.
Anoche, en mi sueño, apareció jugando al tenis con uno de mis hermanos, con una vitalidad sorprendente, como un auténtico profesional. Tenía unos cuarenta años, la pista estaba situada en el portal de su casa.  Jugaba situado en la acera, la red estaba colocada en mitad del vestíbulo de entrada, y mi hermano al pie de las escaleras.
Yo le comentaba que los vecinos iban a protestar, pero él- que siempre fue muy exagerado en el tema de evitar molestias al prójimo- me contestó que no me preocupara, que no pasaba nada, y continuó dando raquetazos del derecho y del revés riéndose a carcajadas.
Me he despertado sintiendo aún la extraordinaria fuerza de sus brazos golpeando la pelota. La sensación era tan real que sé que a partir de ahora, en el reducto de mi memoria donde anida su recuerdo, voy a añadir a su biografía la faceta de tenista.
Puede que el contenido del sueño sea algo irreal o que lo ilusorio sea por el contrario esta fase de vigilia, siendo lo verdaderamente real aquello que acontece durante la noche. Supongo que nunca nos lo dirá nigún investigador, porque si fuera cierta la segunda opción, supondría que el citado investigador  no existe en absoluto.
Yo he estado esta noche con un padre joven y vital y la sensación que me ha quedado es de profunda alegría. Si no existo aquí, si solo soy una ilusión en la mente de otros, al menos existe una hija de padre tenista que maneja a su antojo el espacio y el tiempo, y rejuvenece a quién le viene en gana o vuela agitando los brazos. La mente en modo "SIN LÍMITES" es fantástica.
Y si no existieran ninguna de las dos porque todo esto fuera un "juego cósmico"-opción por la que me decanto si me dan a elegir- al menos disfruto derribando fronteras mentales, gozando de nuevas realidades que mi cerebro parecía incapaz de concebir.