jueves, 19 de marzo de 2015

¿REALIDAD?

Siempre he creído en la magia. No siento nada especial frente a un mago que hace desaparecer edificios, ni ansío que aparezca un espíritu desencarnado, pero sí me entusiasmo ante cierto encanto particular de alguna cosa que parece fuera de la realidad y me saca de ella.
Algo "irreal" en lo que me permito creer: la posibilidad de intervenir en el curso de una enfermedad. El sueño "lúcido" que me instruye durante la noche. Una conversación con un virus que se ha introducido en mi aparato respiratorio. Hacerme amiga del viento y tratar de comprender el sentido de su desaforada fuerza sobre mi cuerpo. Una sonrisa auténtica creada desde la más absoluta desesperanza, capaz de transformar el contenido de mis pensamientos. una innegable felicidad experimentada en un minuto, eterno. Palabras en un libro que revolucionan mi cerebro.
El mal al servicio del bien. La posibilidad de interferir en mi destino. Un amargo recuerdo bendecido por mi propia compasión. Matemáticas, física y música imprimiendo carácter a mi voluntad.
Una pequeña planta que se seca y me pide que no sienta pena. Un universo muy grande y yo muy pequeña, ambos del mismo tamaño. El pasado encogiéndose hasta caber en el interior de mi aceptación incondicional. Una dignidad nueva que sienta mejor que un traje de Armani.
El Amor de lo no manifiesto creando vida. Mi cuerpo, tensionado, mostrándome un camino mucho más sencillo. La sencillez proponiéndome que si quiero, camina conmigo.
Voy a decirle que acepto, he visto que donde ella está, hay alegría.