martes, 28 de mayo de 2013

La sonrisa verdadera

La sonrisa verdadera tiene nombre, se llama "Duchenne", en honor del investigador que la descubrió. Este hombre demostró que dicha sonrisa además de involucrar los músculos de la boca y de los labios, activaba también los músculos que rodean a los ojos.
Por supuesto que es productora de patas de gallo (sé que lo estabas pensando, pero sigue leyendo, luego te echas un poco más de crema de contorno de ojos y ya está) sin embargo esta sonrisa impide que tu cerebro continúe revolcándose en el fango del victimismo, por poner un ejemplo. Subestimamos la cantidad de tiempo que dedicamos a pensar en lo que no va bien. Y cuando eso que hoy no va bien empieza a ir mejor, de inmediato ponemos la atención en eso otro que parece ser que empieza a no ir tan bien.
Howard Gardner dice que sonreír de esta manera es un ejercicio intelectual que pone de manifiesto el desarrollo pleno de las facultades humanas.
Como que no es tan sencillo como pudiera parecer, no es sonreír así, sin más. Es un ejercicio intelectual, por lo tanto requiere el uso de la voluntad y la intención.
Cuando estés de peor humor es el momento idóneo. Te sientas, empiezas a crear una sonrisa en la boca y la continúas hacia arriba, hasta abarcar el contorno de tus ojos. Aunque no haya nadie enfrente. Es un acuerdo contigo mismo. Justo lo contrario a inyectarte bótox. Hasta el papa Pío XII recomendaba orar sonriendo. Al principio puede que te sientas algo ridículo, pero sinceramente, es mucho más ridícula la cara que pones cuando te da por pensar que la crisis va a durar otros diez años...esa cara da miedo. ¿Julia Roberts sonreía de manera "Duchenne"?. En la portada de una revista aparece hoy una conocida periodista sonriendo de una manera falsa, tratando de aparentar veracidad (este tipo de sonrisa simplemente arruga, no proporciona ningún otro beneficio)
La seriedad mantenida durante demasiado tiempo nos hace involucionar. Es lo que hay.