miércoles, 10 de mayo de 2017

MIRAR VIENDO

Es verdad que me hubiera gustado vivir en Roma, en un piso lleno de balcones de una casa antigua y señorial, tener una vespa aparcada en el hermoso patio de la entrada, hablar italiano y estudiar violonchelo, también es verdad que me hubiera gustado viajar en el transiberiano, recorrer Rusia de este a oeste, conocer a tres personas inolvidables, hablar ruso y estudiar piano, además vivir al lado de Matthieu Ricard (el hombre más feliz del mundo) y regalarme su dulce mirada cada mañana, también tener siempre un bebé en casa para mantener vivo el recuerdo del otro lado, además volar en ala delta al amanecer de cada día para formar parte del diseño del aire, y dormir en una tienda de campaña con cinco amigas (hermanas) en las dunas del Bolsón de Mapimí, en el desierto de Chihuahua, para conocer el silencio del más profundo silencio...
Y también es verdad que soy capaz de apreciar de igual manera este momento.
¡Tan lleno de vida está todo lo que veo!