miércoles, 15 de mayo de 2013

El engañoso brillo del lado oscuro

Tuve anoche una larga conversación con una persona encantadora cuya hija tiene unas angustiosas pesadillas de las que le resulta difícil salir porque unas sombras oscuras se lo impiden. Solo encendiendo la luz puede librarse de su presencia. Y esta mujer, muy preocupada, me preguntaba si yo podía ayudar a su hija. Le dije que sí (menos mal que ya no existe la Santa Inquisición) no es ésta la primera vez que se dirigen a mí para tratar este tipo de asuntos, es verdad que durante años investigué con sumo interés en el lado oscuro creyéndome poseedora de algún poder sobrenatural, pero fue después de sufrir una serie de traumáticas y aleccionadoras experiencias, que resolví caminar derechita por el sendero de la luz.
Hay puertas que no se deben abrir. Hay ciertas llamadas que no deben ser atendidas. La mayor parte de las luces brillantes de este mundo son un mero artificio. La verdadera luz solo se emite desde el interior del corazón del ser humano. Dicha luz no pertenece al espectro visible, no puede ser captada por un detector de campos magnéticos, no tiene utilidad para poner en funcionamiento el ordenador "K", la máquina japonesa más potente del planeta...
La luz emitida desde la conciencia solo ilumina una escena cuando la intención del emisor está alineada con la fuerza creadora de este Universo, en permanente transformación, en perfecto equilibrio...Lo llaman Amor, la energía de mayor frecuencia vibratoria que un ser vivo puede llegar a conocer.
Nunca hará falta añadir ni quitar nada.