martes, 4 de junio de 2013

Más inteligente que tu mente

Me cuentas que has soñado que yo te enterraba viva y mi mente tratando de encuadrar esta información lo primero que hace es determinar si siento aversión por ti, y después de rechazar esta absurda sugerencia continúa ofreciéndome otras posibilidades como indagar en el significado de enterrar vivo que puedan haber hallado otros, pero esta opción tampoco me convence, hace tiempo que soy algo rebelde, el cerebro prosigue indagando, no sabe parar el pobre, una vez que le das una información trata de obtener respuestas a toda costa, yo le dejo en su labor de introspección pero no me convence ninguno de sus argumentos, me he dado cuenta de que uno puede ser más inteligente que su mente, hay que pillar el truco, existe un espacio vacío en el famoso "ahora" en el que la mente no tiene jurisdicción, es un lugar en el que podemos dar esquinazo a los pensamientos y en especial a las emociones que estos provocan, es únicamente ahí donde se puede producir aquello que llaman "destello de intuición"... según cuenta la leyenda, le ocurrió a Arquímedes dentro de la bañera, encontró de repente la respuesta a una cuestión que le había planteado el rey Hierón II De Siracusa, y corrió por las calles, desnudo, gritando : ¡Eureka!, cuya traducción es: "lo he encontrado"... O podemos recordar lo que nos decía Einstein: “La mente intuitiva es un regalo sagrado y la mente racional, un leal siervo”. Nuestra sociedad actual honra al siervo y se olvida por completo del regalo...Ahora bien, hay que atreverse a proclamar que una es intuitiva sin haber llegado a conseguir la fama de Einstein o de Arquímedes, lo que equivale a ser considerada algo "rarita" (solo te permiten ser excéntrico si eres famoso o tienes mucho dinero) es en este momento cuando hay que demostrar cierta valentía, si no la intuición desaparece porque es incompatible con el miedo.. eso sí, si decides seguir adelante te vuelves algo imprudente, llegas a hacer afirmaciones que pueden no resultar adecuadas, la intuición no entiende de conveniencias sociales...y es que he llegado a un punto en el que me resulta muchísimo más divertido explicarte por qué has soñado que yo te estaba enterrando viva a que hablemos tú y yo de la crisis.