miércoles, 26 de febrero de 2014

Paco de Lucía

Ha muerto Paco de Lucía y a mí se me ha parado el corazón un momento. Me gustaba que existiera, que viviera en México, que pensara y soñara música. En mi casa sonaban sus bulerías un día sí y otro también. Unas veces era él, en uno de sus discos y otras mi padre, que trataba de lograr con su guitarra la perfecta ejecución del genio.
Me llevó a verle actuar unas cuantas veces y puede que fuera allí donde yo descubrí cuánto puede amar un hombre a una guitarra que dicen que tiene cuerpo de mujer.
Tocaba con Camarón y éste casi se olvidaba de cantar en mitad de una actuación, embalasado por el arte de su amigo.
También "el de Lucía" llegó a decir que le costaba concentrarse en la guitarra cuando escuchaba la voz del maestro.
Hoy brilla un poco menos el mundo, al menos a mí me lo parece.
¿Sabrá el alma tocar la guitarra? Espero que sí. Sonará "Almoraima" en el cielo y se emocionará mi padre de nuevo, como tantas y tantas veces escuchando los picados y los arpegios del hijo de Luzía, la portuguesa.
Descanse en paz.