domingo, 2 de marzo de 2014

El mayor anhelo

Dice un maestro que el anhelo que desde siempre ha albergado el ser humano en su corazón, es sentirse bien por dentro.
En base a este anhelo que conzco bien, le propuse anoche a mi pareja jugar al juego de intercambio de halagos.
Se trata de colocarse uno frente al otro y decir: "Una cosa que me gusta de ti es...", "otra cosa que me gusta de ti es..." cambiando el orden de emisor y receptor, al cabo de un rato.
Escuché y dije muchas cosas bonitas, pero hubo algo que con toda seguridad recordaré siempre. Él me dijo:
"Una cosa que me gusta de ti es todo lo que me cuentas, siempre tengo la sensación de que puede ocurrir algo mágico cuando estás cerca, y podría empezar a caminar a tu lado, atravesar los Pirineos, y continuar avanzando, sabiendo que no dejo nada atrás, que estando tú ya tengo todo lo que necesito."
Una hora antes habíamos estado discutiendo por una tontería.
Hace tiempo que descubrí que el ser humano no tiende a hablar desde el corazón de manera espontánea, suele ser la mente la que orquesta un encuentro.
Un pequeño esfuerzo, una invitación al juego, y le das al otro la oportunidad de rebuscar en el archivo de su memoria y rescatar los sentimientos más elevados que con toda seguridad te brindará si la ocasión es propicia.
Nos da vergüenza compartir sentimientos y sin embargo es una de las experiencias más gratificantes que podemos experimentar en esta vida.
Cuando quieras, jugamos.