martes, 26 de abril de 2016

VUELVO A SABER

Supe de niña que no existían los límites ni los contornos de las cosas. Que todo era bello y lo mismo.
Que el amor que sentía por cada objeto era correspondido: me amaban las cintas de colores, los besos y la ropa que no raspaba.
Que el tiempo de los mayores era un espacio para jugar.
Que yo era muy pequeña y casi todo muy grande para poder caber.
Que mi padre solo existía cuando yo le miraba.
Que mis trenzas tenían mal genio cuando las peinaban.
Que mis ojos eran amigos del espejo.
Que a veces el suelo quedaba tan lejos como el cielo.
Que todo comenzaba y nunca dejaba de comenzar.
Que detrás siempre había algo y que siempre había un fascinante detrás.
Supe que podía entrar en los cuentos si mamá sonreía al leerlos.

Ahora vuelvo a saber.

lunes, 18 de abril de 2016

¡Bendita música!

Voy caminando al atardecer por la Gran Vía. Hay tanta gente avanzando en ambas direcciones que casi me deprimo si me paro a pensar en lo poco original que soy al elegir dónde pasar una tarde de domingo.
De repente, se escucha un saxofón. Entre el ruído casi infernal del tráfico y unos cuantos miles de personas, suenan unos bellos acordes de saxo. Una hermosa melodía que no viene a cuento, porque a cuento solo venía caminar deprisa, y esas bellas notas me han hecho aminorar el paso y detener el pensar. El músico resulta ser un hombre alto y atractivo que parece japonés.
Cuando deposito varias monedas en el recipiente que se encuentra a sus pies, me sonríe con una leve inclinación de cabeza y en su oriental mirada percibo una dulzura que no acertaría a describir aunque me empecinara en hacerlo. Surge entonces una corriente eléctrica que comienza en la base de mi columna vertebral y asciende de golpe hasta la corteza cerebral que es la que percibe el arte.
Como no podría ser de otra manera, me enamoro inmediatamente de este hombre, con un amor tan puro que enseguida abandona mi cuerpo y pasa a expandirse por el aire, fundiéndose en las notas de ese "my way" de Frank Sinatra que pasamos a escuchar los que tenemos la dicha de estar aquí, en este momento, en presencia de un enviado de alguno de esos cielos que nos han sido prometidos si somos buenos.

sábado, 16 de abril de 2016

¿Quejarte o crear?

A una amiga que anda cansada y baja de moral, le escribía yo esta mañana: el aumento de horas de luz en primavera incrementa el nivel de energía y tenemos que saber qué hacer con ello.
Le propuse: haz algo diferente, sorprende, inventa, sal de la zona de confort, al universo le gustan los intrépidos.
A continuación me puse a pensar que estaba haciendo yo, ¿estaba inventando algo?, ¿me estaba sorprendiendo? lo que sí estaba haciendo era quejarme demasiado del trabajo y de los alumnos.
Una queja siempre conlleva una frustración oculta.
Estamos rodeados de frustrados.
¿Por qué me siento frustrada yo?, ¿me gustaría hacer algo distinto?, ¿por qué no lo hago?
Tal vez porque hacer algo nuevo y hacerlo bien requiere mucho esfuerzo. Es más cómodo quejarse.
Dicen que incluso la espontaneidad requiere mucha dedicación.
Por otra parte, mi profesor de guitarra comenta que la gente llama tener ángel en el toque de guitarra flamenca a lo que en realidad son diez horas de ensayo diario.
Hay que hacerle hueco a la verdad acerca de uno mismo.
¿Qué quiero hacer realmente? Nada me lo impide.
Definición de fluir: La persona se encuentra inmersa en el fluir cuando se halla completamente absorbida por una actividad durante la cual pierde la noción del tiempo y experimenta una enorme satisfacción.
¿Qué me hace fluir?
La pregunta por sí misma ya produjo un movimiento de energía dentro de mí.
Busqué en internet una clase de swing, me levanté del asiento y me puse a ensayar varios pasos de baile. A continuación decidí buscar una clase sencilla de chino y me encontré con chineasy, un método para aprender de forma divertida. Escribí-dibujé varias palabras en chino.
Abrí spotify y con los ojos cerrados escuché un dúo de violines. Leí un mail con una oferta que había recibido unos días antes y me apunté en un proyecto de innovación en educación.
El espacio de todas las posibilidades está aquí. Es ahora.
¿Qué es lo que realmente amas hacer?
¿Por qué no lo haces?
¿No tienes tiempo?
Ja, ja, ja... el tiempo no existe en el fluir.
En ese estado solo hay armonía, y cuando la actividad en la que uno se halla inmerso termina, la persona se siente más unida en su interior, pero también más unida con el resto del mundo.
Es primavera. La energía está disponible.
Puedes quejarte o crear.






sábado, 9 de abril de 2016

¡Ay, amor, cuánto me amas!

Vino anoche el amor a visitarme, con la apariencia de un niño, durante el sueño.
Se sentó a mi lado y al mirarme... regresé desde muy lejos y aterricé en mí misma, porque en su mirada no había nada que no fuera yo.
Recordé, al despertar, que mi nacimiento había sido una explosión de existencia.
Lo recordé sin más, al salir del sueño.
Fui más tarde a nadar y yo era el agua.
Y un poco después decidí explosionar en nuevas formas de existencia y a mis alumnos les conté lo que nadie les cuenta.



























jueves, 7 de abril de 2016

Amor que ama

Dice el que sabe: "El amor, el único, el que ama, se dirige a nadie, se niega a nadie"
No es hacia nadie, es hacia todo. Hacia TODO.
¿Te das cuenta? no sabemos amar.
Lo dirigimos con una trayectoria prefijada, hacia aquellos que van a devolvernos algo a cambio: atención, cariño, admiración, sexo, tiempo...
Si no es rentable, lo negamos.
Yo ya sé que no sé amar.
Tal vez presumí de haber alcanzado cierta capacidad amatoria y la vida decidió ponerme a prueba.
Situó a mi lado a varios seres que iban a demostrarme cuán lejos estaba de poseer tal aptitud.
Reitero mi incapacidad para amar con ese amor negado a nadie.
Prosigo en mi empeño de amar de veras.
Empiezo por dirigir el amor hacia mí misma y me digo:
¡Nieves, por supuesto que lo vas a conseguir!