viernes, 23 de mayo de 2014

Paciencia infinita

A veces me dan ganas de deprimirme un rato y fumarme un cigarro, y eso que hace veinte años que dejé el tabaco.
Es cuando en compañía de alguien mis neuronas se confabulan para crear pensamientos deprimentes que según esta amiga mía que hace un momento tenía al lado- que está ya deprimida- no pueden evitarse, a lo que yo le replico que lo que sí puedes hacer es no involucrarte en ellos y ella responde entonces que eso es imposible porque somos un títere en manos de la Conciencia y yo le digo que tendrá razón con toda seguridad pero que ese pensamiento provoca otra cascada de ideas indeseables y que yo casi prefiero reirme incluso sin ganas y ella argumenta que para mí debe ser fácil banalizar la pena pero que ella es incapaz de ver el lado amable de nada, yo respondo que visto así mi postura parece egoísta y superficial pero que mi intención no era subestimar su sufrimiento, ella comenta que ya sabe que mi intención es buena pero que su caso no tiene solución, que solo espera que llegue un estado de Gracia si es que tiene que llegar pero sin que ella tenga que hacer nada en absoluto porque se siente incapaz de hacer un solo esfuerzo más por estar bien, está harta de estar sola, de no tener pareja, de no tener trabajo, de los políticos corruptos, yo comento entonces que solo tiene que observar cuál es su actitud para darse cuenta de los resultados que está obteniendo en su vida, ella insiste en que la actitud no es modificable, viene de serie, es lo que a uno le toca, bueno, aún así- añado yo- no pierdes nada por elaborar ciertos pensamientos estimulantes mientras esperas que descienda la Gracia, dice entonces que no tiene ganas y yo insisto en que se empieza sin ganas y poco a poco se va creando la energía necesaria para continuar, ella se mantiene en su postura de deambular por esta vida renegando de todo hasta que ocurra un milagro... Tras una hora más de tira y afloja: ¡Ay, que agotamiento!- exclamo yo, ella dice que sí, que no le extraña que yo esté agotada, que es un caso perdido, yo comento que no es un caso perdido, solo cree que es un caso perdido que es algo muy distinto y ella añade que no piensa tratar de dar ningún giro a sus expresiones, y yo le comento que eso es una "no acción" intencionada que ya es en sí misma una forma de hacer algo con su correspondiente gasto de energía, ella admite que es verdad, que es muy difícil la no acción verdadera, y añade que mejor lo llama: limitarme a ver que pasa, yo comento que se limite a ver que pasa con cierto optimismo y ella ya tan agotada como yo- supongo- añade para terminar: menos mal que existen seres insistentes y positivos, gracias bonita- le respondo yo, seguiré insistiendo hasta el fin de los tiempos, jaja... y por cierto, ¿cómo te sentirías si ahora mismo estuvieras con un hombre estupendo?, ¿que me gustara?- pregunta ella- sí, sí, que te gustara mucho, ¡ah! pues creo que me sentiría muchísimo mejor, entonces deberías poner toda tu atención en crear una relación nueva y estimulante, no insistas Nieves, no soy capaz, te recuerdo que voy a seguir insistiendo, ya, te escucharé pero no haré nada...
jajaja... están poniendo a prueba mi paciencia...