viernes, 8 de enero de 2016

La felicidad

He renunciado a cierto tipo de actividades que consumían gran parte de mi tiempo para dedicarme, no a ser feliz porque eso no existe, pero sí a contactar con la felicidad.
La felicidad está. Lo difícil es descubrir la frecuencia en la que existe.
Si es algo efímero, no es.
Si al buscarla la encuentras, tampoco es.
Si te la ofrece el mundo, se va a esconder.
No es sentimiento ni emoción.
No hay nadie feliz, pero ella ES.
Con los ojos cerrados, si aparece, ilumina tu frente.
Con ellos abiertos, si se manifiesta, te convierte en sabio sin necesidad de utilizar ni un solo pensamiento.
Si surge en medio de una conversación es que desapareciste para fundirte en el otro.
La mente cree concebirla. Se esfuerza en vano por alcanzarla.
Ella no habita en el cerebro humano.
Fue creada sin causa al mismo tiempo que tu libertad.
Te está mirando ahora.
Conocerla es algo así como colisionar todo lo vivo en este instante y que eso sea absolutamente suficiente.