martes, 3 de septiembre de 2013

La sombra del pecado tiene luz

Por culpa de Eva, la mujer de Adán, llegué a este mundo con cierta predisposición al sufrimiento.
Consciente de llevar por herencia la sombra del pecado sobre mi conciencia, y muy disciplinada, “penaba” de forma constante, tal como se esperaba de mí. La angustia vital y mi persona éramos un todo indisoluble.
Tal vez la pena llegó a ser tan honda que la misma intensidad del sentimiento fue lo que provocó la catarsis.
Comencé a investigar en el placer y el padecer, ambos me condujeron de manera irremediable hacia el dolor, por lo que concluí que era en el propio dolor, en el que se encontraban las claves del saber vivir.
Descubrí que si bien tal sentimiento era inevitable, no lo era así el sufrir.
El sufrimiento podía ser eludido de manera consciente una vez descubierta la adecuada relación con el dolor. Aprendí que el problema era, precisamente, oponer resistencia y que la solución llegaba mediante la aceptación. Surgió de esta manera un incontrolable llanto con el que sentía que me iba desprendiendo de la pesadumbre acumulada durante casi cuatro décadas.
Empezaron a aparecer respuestas para las que ni siquiera se habían formulado preguntas.
Desperté a una nueva sensibilidad.
Y en estos momentos me atrevo a asegurar, sin ánimo de ofender a los más escépticos, que en este lugar en el que contraemos deudas, enfermedades y compromisos, existe por otra parte la posibilidad de coquetear con algo parecido a la felicidad.
Si quieres saber cómo, te lo cuento.



4 comentarios:

Anónimo dijo...

Preciosas palabras, escritas desde un alma sabia :)
Te recuerdo con cariño.
Una antigua alumna, hija de eva.

Anónimo dijo...

Aquí otra hija de Eva que tambien está en el camino del aprendizaje gracias al cariño de esa alma sabia.

Anónimo dijo...

La sombra del pecado tiene luz... y un aurea de siete colores que son los que irradias tú!!
Mercedes Barceló;hija de Eva.
Hermana tuya y de todas las mujeres que pueblan la tierra.

Anónimo dijo...

. COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
EN LA CONDUCCION DIARIA

Cada señalización luminosa es un acto de conciencia

Ejemplo:

Ceder el paso a un peatón.

Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.

Poner un intermitente

Cada vez que cedes el paso a un peatón

o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.


Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.


Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.


Atentamente:
Joaquin Gorreta 55 años